En esta ocasión conversamos con Arturo Escarez Opazo, Presidente de la Confederación Nacional de Asociaciones de Funcionarios Asistentes de Educación Municipalizada de Chile, CONFEMUCH, para conocer de primera fuente la importancia que tiene la formación técnica en este ámbito.
Arturo es Inspector Educacional del liceo San Luis de Alba de San José de la Mariquina, Región de Los Ríos, y nos cuenta que la Confederación que preside se formó en 1997 y actualmente tiene 136 asociaciones afiliadas desde Arica a Punta Arenas, con más de 15 mil miembros.
¿Por qué es importante para los trabajadores estudiar y perfeccionarse?
Gracias a la formación técnica se han mejorado mucho las perspectivas laborales y de remuneración de los asistentes de educación. Efectivamente, tiene que ver con la posibilidad de optar a una categoría superior de desarrollo laboral, especialmente para quienes se desempeñan en el área técnica. Por ejemplo, si se produce una vacante dentro de un establecimiento educacional podrá ser ocupada por un técnico que se haya capacitado para ello y obviamente su remuneración va a mejorar.
¿Qué gana un trabajador al tecnificarse?
Según la Ley N° 21.109 que regula el estatuto para los asistentes de educación pública, de acuerdo a la función que desempeñen y a las competencias requeridas para su ejercicio, estos se clasificarán en alguna de las siguientes categorías: profesional, técnica, administrativa y auxiliar. Y para ser clasificado en estas categorías se requerirá poseer el título de una carrera que sea otorgado por una institución de educación superior reconocida por el Estado. De esta manera podrá obtener no solo mayores conocimientos sino también una mejor remuneración y obtener una posición de mayor reconocimiento dentro del propio establecimiento educacional.
¿Qué horizontes de especialización y de trabajo se abren con la tecnificación?
Se abre un gran campo laboral, sobre todo en el mismo sistema educativo, que ha ido cambiando bastante en los últimos años. Con la municipalización de la educación comenzaron a incluirse trabajadores no docentes para ejercer labores de asistencia que anteriormente realizaban los mismos profesores de cada institución. Pero con el Estatuto Docente, que estableció que los profesores deben dedicarse exclusivamente a su labor de enseñanza, el resto de funciones tanto administrativas como de apoyo a los estudiantes quedó a cargo de los asistentes de la educación que empezaron a desempeñarse como asistentes de aula, inspectores educacionales o técnicos de nivel superior en educación parvularia -carreras que ofrece actualmente CFT CENCO-, los cuales cumplen una importante función en el sistema educativo ya que se encargan de herramientas que no necesariamente entregan los docentes.
¿Cuáles son los principales desafíos que se presentan para los trabajadores de la educación?
Siempre tenemos desafíos y los hemos ido sorteando gracias al Estatuto que permitió regular el trabajo de los asistentes de la educación. Actualmente las funciones están definidas muy claramente, desde el tipo de contrato que se deben hacer hasta la labor que hay que cumplir. Y hoy estamos trabajando en el traspaso de establecimientos educacionales a cargo de las corporaciones municipales hacia los Servicios Locales de Educación Pública. Todo un desafío para los asistentes de la educación.