Según la OCDE, la educación técnico-profesional (ETP) es esencial para ofrecer una alternativa a la enseñanza académica tradicional, proporcionando a los y las estudiantes habilidades prácticas orientadas a la empleabilidad y facilitando la transición del sistema escolar al trabajo. Sin embargo, a pesar de su importancia, en Chile enfrenta numerosos desafíos.
En el mes de la ETP creemos conveniente reflexionar y entregar nuestra mirada como integrantes del sistema de educación superior.
Si bien en Chile nace la educación técnica profesional como una estrategia para impulsar la industrialización y formar recursos humanos calificados en áreas de importancia estratégica, también tiene la misión de facilitar la movilidad social de sectores más vulnerables. Efectivamente, en nuestro país la Educación Técnico Profesional se ha constituido como una gran oportunidad para miles de jóvenes y personas mayores a lo largo del país.
Son miles los y las estudiantes que estudian actualmente una carrera técnica profesional en alguno de los IP o CFT. Sin embargo, aún cuando ha habido un aumento significativo de la matrícula en los programas a distancia, la matrícula total en los Centros de Formación Técnica (CFT) ha disminuido en comparación con años anteriores, representando solo un 10,8% del sistema de educación superior. Esta realidad nos lleva a la conclusión de la necesidad crucial de seguir fortaleciendo la educación técnico profesional que entregan los CFT para responder a las necesidades del mercado laboral y mejorar su valoración social.
Nuestra institución ha estado a la altura de esta tarea mejorando constantemente sus procesos académicos y actualizando oportunamente los programas educativos en respuesta a las demandas socioculturales de nuestro entorno, lo que nos ha permitido aumentar sostenidamente nuestra matrícula, lograr indicadores académicos de excelencia y constituirnos en un referente de la educación online en carreras técnicas de nivel superior.
Para llevar a cabo el desafío que como país tenemos de reforzar la educación TP, creo que se debe atender a su financiamiento. Aunque se han realizado avances en el apoyo estatal, aún es necesario un aumento significativo en el gasto destinado a la educación de ciclo corto. Comparado con los países de la OCDE, Chile gasta mucho menos por estudiante en la ETP, lo que limita la capacidad de las instituciones para ofrecer programas de calidad. Además, los programas de becas y apoyos existentes, como la Beca Nuevo Milenio, no siempre son suficientes para cubrir todos los costos asociados, lo que pone en desventaja a los estudiantes de sectores vulnerables. Una de las tareas pendientes es revisar los fundamentos para dejar fuera del financiamiento a las carreras que se imparten vía online. En esta etapa de desarrollo de esta modalidad, de su legitimación refrendada por su matrícula en sostenido aumento, la acreditación de su calidad certificada por la Comisión Nacional de Acreditación como en el caso de CFT CENCO. no se visualizan razones de fondo para excluir a sus estudiantes de los beneficios que entrega el Estado. Más aún cuando la deserción es un problema recurrente en la ETP en Chile, con tasas que oscilan entre el 25% y el 30%, mucho más altas que en otros niveles educativos, y siendo sus causas diversas, y una de las razones fundamentales son los problemas económicos de los estudiantes.
Además, la valoración social de la ETP sigue siendo un desafío en el mundo técnico profesional. Aunque se reconoce su importancia, todavía se percibe como una opción secundaria en comparación con la educación universitaria. Como país debemos mirar a la ETP como una opción que aportará al desarrollo de Chile, con una mirada de futuro. En CFT CENCO tenemos la suerte de tener un número mayoritario de mujeres en nuestras aulas virtuales, nuestros y nuestras estudiantes son en su gran mayoría trabajadores(as), y tienen un promedio de edad de 35 años. Creemos que con ello aportamos de manera importante con nuestro compromiso a la igualdad de género y a la incorporación de personas que no han tenido acceso a la educación superior en nuestro país.
Esta realidad presentada, nos exige como Instituciones de Educación Superior estar constantemente revisando nuestras promesas formativas (y sus procesos para llevarlas a cabo) para garantizar que la educación que estamos brindando les permita a nuestros y nuestras estudiantes desarrollar los aprendizajes que les demanda el siglo XXI y con ello aportar en un mejor presente y futuro, no solo laboral, sino también personal.
Para concluir, es muy relevante que las instituciones de educación superior (IES) reorientemos el enfoque hacia el desarrollo integral de nuestros estudiantes, quienes se deben adaptar a un entorno laboral cada vez más tecnológico. En este sentido CFT CENCO, en plena comprensión de las identidades de ingreso de sus estudiantes, ha diseñado una trayectoria que apoye y acompañe su transformación y empoderamiento en sus identidades, a través de un modelo de aprendizaje en línea soportado por el aprendizaje social. Esta sistemática, permanente e intencionada interacción que tienen los y las estudiantes, sus docentes y pares, les permite desarrollar no sólo aprendizajes propios de sus carreras, sino también las habilidades que los actuales contextos laborales y sociales requieren: pensamiento crítico, empatía, resolución de problemas, trabajo en equipo, y otros.
Que en este mes de la ETP sigamos impulsando el diálogo y reforzando su importancia para nuestro país y para las personas.
Luis Horacio Rojas, Rector de CFT CENCO.